Eres más grande que los carros, eres una araña.
Los carros te gritan y ponen caras de rabia, porque no eres ellos.
Sin embargo ahí vas, acostada, rodando
con los pies como una montaña,
viendo hacia el cielo, eres más grande que un tractor,
que una camioneta, que tres carros juntos.

Pides la comida desde el exterior de los locales.
Del banco sale un empleado tomando dictado de tus datos.
Verte se ha convertido en una cuestión de status, «la foto, tómale foto!»
Y quieres correr, pero aún disfrutas de tus trayectos.
Pronto ya no te será suficiente todo esto.