Carros, Perros, Cerros.
Los perros le guardan cierto rencor a los carros.
no entienden cómo ni por qué ese objeto se mueve tan rápido,
bota un humo ahí y de paso tiene un sonido sostenido.
Cuando pasa cerca de ellos, los callejeros tocan sus cornetas guturales en respuesta a la indiferencia vehicular.
Yo creo que ellos ven a los autos como a OVNIs.

Pero deja que el perro conozca la velocidad,
y su consecuencia, La Brisa.
Viciado, sacará la cabeza por la ventana, comiéndose al viento,
quién sabe para qué.