Cuando nacemos, somos puros
En la infancia, re-conocemos este entorno
Por sonidos y por la vista, entendemos un lenguaje
Convivimos con nuestro interno y con el ecosistema
Un mundo por conocer, una vida por vivir.
Congeniamos y divergemos, pacifica y problemáticamente;
construimos y destruimos, creamos y recreamos
cohesión natural.

Cuando perdemos el miedo, nos hacemos grandes.