Por debajo de la Meseta

Te cuento cuentos que no conoces, pasa el agua que no ves
corre la chispa que no corrió, caminan las hormigas que no caminaron
se mueven los ojos en coma,
por el punto que parte cada vez que te beso.
Y nos reímos, te ríes tú de mi, te ríes tú de ti
me río de mí mismo.

Los túneles que excavo con las manos
no me llenan de satisfacción tangible
sino en mis apuestas de sueldo viciado, en tus días de lluvia,
en el cielo que son todos, en el barro que es uno.

Califacciones efímeras y otras tonadas, el ruido en el oído
me da más luz, más puedo, más quiero, más merezco,
ya que, la Meseta está pegada a la tierra
y mis manos saben excavarte textos.