He estado pendiente en éste 2013 de la comunicación.
De la conversación que entablo con mis amigos,
del mensaje que transmito, del modo en que me expreso
del legado que dejo para la posteridad.

Y en ésta época estamos en el mejor momento
para comunicarnos. El internet, que nos conecta
con millones de personas alrededor del planeta,
la facilidad para aprender otros idiomas,
la sencilla capacidad de trascender a nuestra era,
el poder que tenemos de cambiarnos a nosotros mismos,
de participar y transmitir nuestra visión del/al mundo.

En otro texto escribí que la escritura es uno
de los mejores descubrimientos/inventos de la sociedad,
y la comunicación es uno de los mayores avances
en nuestra humanidad. Y aún hoy en día,
miles de años después del boom de los pensadores griegos,
mucha gente tiene problemas de comunicación.
Y no me refiero a problemas en la universidad o de
esos problemas entre gobernantes que hacen que aún
exista la guerra, me refiero a problemas más individuales
como la comunicación en la familia, donde los hijos
son los incomprendidos y los padres no se saben explicar.

Si partimos del hecho de que en nuestras familias no existe
una comunicación adecuada, donde el emisor se entiende
con el receptor de una manera amable y positiva,
donde los hermanos son los mejores amigos ni los padres
los mejores consejeros, pues es de lógica que nuestras
relaciones con la gente que no «queremos», aquellos
con los que nos toca conversar en el día a día en la calle,
no van a estar muy bien.

Una vez le dije a mi mamá algo que leí en internet:
«Nuestros amigos son las disculpas de Dios por la familia
que nos tocó». Qué errado estaba, adolescente inconsciente.

Cautivar, para cautivar es necesario valorar primero
a la otra persona, pero para valorar a los demás
primero debemos valorarnos a nosotros mismos.
Estoy leyendo un libro de Guy Kawasaki
que se llama El arte de cautivar, y explica con más
detalle lo que asomo en éste texto.

Para mí es valioso el conocerse a uno mismo,
pensar en qué pensamos y por qué/para qué
pensamos lo que pensamos.

Eso nos brinda perspectiva, nos pone en nuestro
lugar, en nuestro espacio en el universo.
Omar Villalobos lo decía en su excelente charla TEDx:
«La probabilidad de estar vivo es 1 de 300 millones»
¿Qué estamos haciendo con ésta existencia?
¿Estás viviendo la vida que quieres vivir?
¿Eres la mejor versión de ti?

Cautivar es un arte,
pero para cautivar, debemos entendernos
a nosotros mismos y buscar la comunicación
con las demás personas, con nuestro entorno,
con la naturaleza, para cautivar
debemos desarrollar pasión por lo que hacemos
por lo que somos, por el sueño de un mundo distinto.

ELSANCHEZ
@_Undialavez