Archivos para las entradas con etiqueta: bolso

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– «Me llama la atención la ayahuasca»

– Adiós para siempre
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You better be there.
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Dharma King > Drama Queen
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Yo inicio la conversación, si veo que la otra persona
no la continúa, saco mi libro
y me pongo a leer para mí mismo.
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14000 tuits y sigues sin darme los besos.
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Pelirroja no, que me enamoro.
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Beso sin mordisco no es beso.
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Todos tenemos una historia que contar.
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Te doy la razón si me das los besos.
http://bit.ly/Larazon

Para mi próximo truco voy a necesitar
viajar en el tiempo e ir temprano.
http://bit.ly/temprano
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Trató de pavimentar, pensando que existiría una calle.
Sobre el título de la avenida reposaba intacto, seleccionando los recuerdos a flote,
el punto recordó el cilindro nicotinoso dentro del bolso
y agradecí el poder de no querer tomar uno, ni hacerlo.

El cuento se desgarra en los mordiscos de un perro,
el sufrimiento es una absurda perdición,
el terror te salva a ti mismo de la incoherencia de lo que hablas.

Imagina eso, un sitio lleno de tácito rencor,
de latente incongruencia, total, todo depende de cómo reacciones,
de cómo te comportes, de lo que seas, pienses y hagas,
pero más aún de lo que haces con ese poder.

¿Cómo salvo yo al mundo de sí mismo?
Sempiezaporuno

IN.FAN.CIA.
Cuando yo nací era del tamaño de un dedal.
cuando fui creciendo cabía en los koalas, en los bolsos
en los carritos de mercado, en las carteras.
Mescondía entre los paquetes de harina en los supermercados
Casi agarraba el triángulo posamanos del techo del vagón
Casi era de la talla de ronaldo y rivaldo.
Casi me muero al caerme de un árbol.

Cuando yo era pequeño cada día era más vida,
más logro y menos clases, más fútbol.
Caídas, golpes, risas, besos, llantos, faenas;
cuando estaba empezando a crecer.

Cuando estaba antes, me recuerdo en sepia,
en blanco y negro y en color bañado
curtido por la luz veinte porciento entre blanco y mostaza.
Sumido entre el sonido de movimiento relentado,
cegado ante el silencio de los días venideros.

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