Una cosa es pensar la violencia
(cosa que la calle, el sistema, las hormigas, y así hasta el infinito nos han inculcado desde siempre),
Una cosa es ignorar la violencia,
Otra cosa muy grave es padecer la violencia por parte de otro.
Y otra cosa peorpeor es vivirla, promoverla,
disfrutarla, sufrirla y ver el daño que causa,
como si fuese un monstruo que se apodera
del cuerpo de la gente y por como por una «maldición»
(producto, también -si se suman- los múltiples daños
en el humor que causan las ideas negativas, los cigarrillos
y las demás drogas legales e ilegales)
-o por desgracia, ¿verdad?- les domina y descontrola!
Pena y tristeza por los que se masturban la nariz,
el ego y el bolsillo, mientras los demás también
sienten un recíproco odio,
que ya sabemos no se transforma en algo positivo
y tangible para la humanidad.
Mientras, por acá seguimos poniéndole esfuerzo a la Evolución Positiva.
Respeto al libre pensamiento
#LegalicenLaPaz