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Cambié. Cambié mi estrategia, tomé consciencia de mis acciones,
replanteé mi perspectiva, cambié noches de autodestrucción
y vanos placeres por días y noches de crecimiento personal,
autopercepción e investigación.

Bajé la palanca de la poceta con todos mis falsos amigos y jefes,
vicios, odios, miedos, culpas y pasado adentro. La diarrea se fue.

Edificarse es más sabroso que una hamburguesa.
Tener miedo al fracaso es ir fracasando.
Crecer duele, pero es parte de mi evolución natural
y disfruto cada pequeño logro, cada gran logro, cada logro.

[El Cuaderno de Sócrates va llegando a su fin,
alberga muchas de mis experiencias e ideas
de éstos últimos años. Pero es tiempo de un nuevo cuaderno,
El Cuaderno de ELSANCHEZ]

Hay canciones que nos sobreviven a nosotros en nuestros mejores
y peores momentos, así debemos ser los grandes:
La esencia, las ideas y los valores que me caracterizan
forman parte de mi trascendencia.

Estoy conmigo y es lo que más me importa,
tengo salud y proyectos, estoy creciendo y es como yo quiero.

Cada momento es un lugar único e inigualable,
me alegra y te doy las gracias por leer ésto.

Mi siguiente paso es hacia la mejor versión de mí mismo.
El Sol te mandará mis saludos. O a lo mejor,
una frase que te mueva el alma.

@_elsanchez
ELSANCHEZ

Camino Desnudo

Surgen los motivos para pensarte de nuevo,
en remolinos, repito la comida
del almuerzo y no respiro,
me lleva la ola.
Estoy afuera de tu casa
contando pedazos de tiempo,
escurriéndome el agua de entre los dedos.
Busca la cámara, guarda el momento,
te están esperando los ecos.
Surgen los motivos para orillarme del tiempo,
comer una hamburguesa y guardar un video.
Es disparejo el avance de los sentidos:
mientras te veo y le pago,
se van llevando los sentimientos.

Me revuelca la ola.
Despierto de un sueño largo.
Quiero escribir muchas cosas, pero de ninguna me acuerdo
porque aún no las he pensado,
ni te pienso a ti tampoco, aunque es bueno escribir enamorado,
pero ¿a quién va a querer uno con tanta agua en los latidos?
Nada. De ausencia, no «nada» de nadar.
Dormir es reír tu risa, quiero que lo sepas.
Mientras, sigo conversando a contracorriente,
me llaman para que nos vayamos.
Quiero escribir muchas más cosas, pero estoy aquí sentado,
tachando 6 líneas, evitando cerrar los ojos,
saliendo del mar, agarrando aire,
me quedo en blanco y la respiración se va a un foso.
Huelo tu perfume.

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