Texto #371 – Árbol
Hablo conmigo mismo desde adentro hacia adentro,
desde la mente hacia el alma,
desde la mano al cuaderno,
desde el sentir al pensar.
Bendigo cada palabra y pido al cerebro procesar con calma
todo lo que quiero decir, soy uno con la creación.
Lo que transmiten mis ideas va por el mismo camino
de lo que siente mi corazón y nada me es extraño.
Nazco en el tiempo.
Disfruto retroceder mientras avanzo
y contemplo el presente a plenitud.
Mi incentivo es la vida y todo lo bueno que percibo de ella
llena mi paso de luz.
Agradezco cada respiro y cada momento de existencia.
Veo hacia mis raíces y encuentro paz,
nada de lo externo me afecta:
Hoy soy eternidad.
Rindo mis frutos.