Fotos tomadas en Bogotá, Colombia.
¿Será que ya no tienes nada que decir?
Los perros van en cuatro patas, nos entendemos con ellos
ellos con nosotros. También los gatos.
Se acuestan en el concreto porque es más frío,
porque es más cómodo.
Forrados de pelo, con ojos más grandes y pupilas extrañas
capa de ozono líquido, metras que parecen ojos de pez.
Los animales tienen otras costumbres.
En su cautiverio, encuentran su orden
su manera de ser ellos, conservan su esencia.
Una forma diferente de expresarse, la necesidad de seguirnos.
Quizá en alguna época fuimos excelentes compañeros de batalla.
Ahora somos convives sobreviviendo ante el reflejo
del charco que hemos creado.
Carros, Perros, Cerros.
Los perros le guardan cierto rencor a los carros.
no entienden cómo ni por qué ese objeto se mueve tan rápido,
bota un humo ahí y de paso tiene un sonido sostenido.
Cuando pasa cerca de ellos, los callejeros tocan sus cornetas guturales en respuesta a la indiferencia vehicular.
Yo creo que ellos ven a los autos como a OVNIs.
Pero deja que el perro conozca la velocidad,
y su consecuencia, La Brisa.
Viciado, sacará la cabeza por la ventana, comiéndose al viento,
quién sabe para qué.