Encuentro interesante las críticas.
Son una forma de envidia, un extraño tributo,
un deseo encapuchado, un abrazo en forma de golpe.
Sobre los perdedores que triunfan.
«Qué arrechera ese gafo con esa jeva tan bella, vale».
Entonces no es tan gafo, ¿cierto?
«Qué idiota como se expresa ese animador de TV,
que de animador no tiene nada»
Y ¿dónde estás tú ahora?
«Pero mira ese imbécil con esa camionetota»
Al menos sabe manejar(la) y tú no.
«No soporto que esa tipa sea tan famosa»
¿Y qué estás haciendo tú para superarte a mayor nivel?
Y así van, así vamos, inconscientemente, alimentando
e inclusive vociferando nuestros prejuicios,
acrecentando nuestros rencores hacia un mundo
que no nos comprende, que no es como queremos que sea.
¿Estás trabajando para ser un triunfador
y no un perdedor que triunfa?
Mientras sigas invirtiendo tu tiempo en criticar
y no en construir, seguirás como los sapos,
flotando en tu estanque (zona de confort).
Los que no hacen creen que sirven para criticar.
Archivos para las entradas con etiqueta: rencor
Trató de pavimentar, pensando que existiría una calle.
Sobre el título de la avenida reposaba intacto, seleccionando los recuerdos a flote,
el punto recordó el cilindro nicotinoso dentro del bolso
y agradecí el poder de no querer tomar uno, ni hacerlo.
El cuento se desgarra en los mordiscos de un perro,
el sufrimiento es una absurda perdición,
el terror te salva a ti mismo de la incoherencia de lo que hablas.
Imagina eso, un sitio lleno de tácito rencor,
de latente incongruencia, total, todo depende de cómo reacciones,
de cómo te comportes, de lo que seas, pienses y hagas,
pero más aún de lo que haces con ese poder.
¿Cómo salvo yo al mundo de sí mismo?
Sempiezaporuno