Archivos para las entradas con etiqueta: sueño
Porque independizarse y comprar un apartamento
es una utopía en este país.
Porque no quiero que mis clientes vuelvan a pensar
que mi trabajo es caro.
Porque cuando Chávez dio el golpe de estado en el 92,
cada dólar costaba 0.06Bsf y ahora está en 87BsF.
Porque la élite gubernamental nada como Rico Mc Pato
con la plata que pagamos nosotros en impuestos.
Porque en nuestro país no hay independencia de poderes
y la impunidad y el matraqueo es la norma.
Porque autobuses que trabajen 24Horas es un «sueño imposible».
Porque llevamos 15 años con una economía estancada en el tiempo.
Porque Venezuela produce más de una bala por habitante al año
y nadie sabe a donde van a parar esas municiones.
Porque acá se producen millones de dólares
con el petróleo y nada de eso se ve traducido
en mejoras en los hospitales y escuelas.
Porque comprarte un carro es un sueño
que vas a cumplir en otro país.
Porque el ahorro se convirtió en un lujo.
Porque las cárceles son los centros operativos
de los mafiosos y la vida vale menos que nada.
Porque has meditado bien la situación
y estás claro que emigrarías.
Porque si reclamas tus derechos,
pueden llevarte preso y torturarte.
Porque si te roban es tu culpa por tener
el cel en la mano.
Porque si te descuidas o estas en el sitio
equivocado a la hora que no es
te pueden sembrar un tiro por el rostro, por eso.
¿Es el tiempo lo suficientemente rápido?
¿Cuál es el límite de nuestros deseos?
¿Hasta dónde siente una persona?
¿Cerramos los ojos y nuestra alma sale
a conectarse con la naturaleza mientras estamos dormidos?
¿Qué es un sentimiento?
¿Cómo podemos ser más felices?
¿Qué tanto de lo que sabemos es cierto?
¿Qué opina Dios de esta sociedad?
¿A dónde va el alma cuando morimos?
¿Se lleva la misma mente?
¿En qué lugar soñamos?
Es tácito ser humano.
Camino Desnudo
Surgen los motivos para pensarte de nuevo,
en remolinos, repito la comida
del almuerzo y no respiro,
me lleva la ola.
Estoy afuera de tu casa
contando pedazos de tiempo,
escurriéndome el agua de entre los dedos.
Busca la cámara, guarda el momento,
te están esperando los ecos.
Surgen los motivos para orillarme del tiempo,
comer una hamburguesa y guardar un video.
Es disparejo el avance de los sentidos:
mientras te veo y le pago,
se van llevando los sentimientos.
Me revuelca la ola.
Despierto de un sueño largo.
Quiero escribir muchas cosas, pero de ninguna me acuerdo
porque aún no las he pensado,
ni te pienso a ti tampoco, aunque es bueno escribir enamorado,
pero ¿a quién va a querer uno con tanta agua en los latidos?
Nada. De ausencia, no «nada» de nadar.
Dormir es reír tu risa, quiero que lo sepas.
Mientras, sigo conversando a contracorriente,
me llaman para que nos vayamos.
Quiero escribir muchas más cosas, pero estoy aquí sentado,
tachando 6 líneas, evitando cerrar los ojos,
saliendo del mar, agarrando aire,
me quedo en blanco y la respiración se va a un foso.
Huelo tu perfume.
El sueño de quien crea
Dame trabajo,
pero no me jodas
ni me robes
ni me pidas que haga
lo que sabes que no harías.
Duerma -y sueñe- (y si es posible acuérdese del sueño).
Ayer soñé que asesiné a alguien.
Eran desconocidos casi todos para mí, estabamos en un salón de clase,
en una clase aburrida y de repente un chamo saca una pistola
y la coloca en la mesa, yo se la pido prestada, la veo, la muevo,
le pregunto que si está cargada.
Me dice que sí, entonces nada pues, empieza tú sabes,
la cuestión en el aire… que si te empiezan a mirar
con el revólver en la mano y tú eres Charles Bronson.
Nunca he agarrado un revólver en mi vida.
Se hace difícil acordarse de un sueño,
una vez que ya te levantaste de la cama.
Volteo y allí está, alguien por quien sentí en ese momento mucha ira,
no recuerdo su rostro. Me agrada pensar que esa persona representaba todas mis molestias, mis problemas.
Digo, como para sentirme menos culpable.
Llegó alguien desde atrás pendiente de tomarme una fotografía sosteniendo el arma, en plan de «pal recuerdo, jeje»
y después la llevó a la policía.
Lamentablemente ya no se puede confiar en nadie, ni en sueños.
Muchos de los cuchillos esperan su momento
para darse a conocer en mi espalda.
Seco, el sonido, más que en las películas.
Ensordecedor. Gris. Mudo todo.
Un sólo grito. los gritos venideros entran al mundo
como si llegasen desde otro tipo de gravedad
hasta que los empiezas a escuchar.
No sentí remordimiento. No sentí culpa, sino hasta después,
días después, cuando no puedes deshacer lo que ya hiciste.